La peculiar familia Isakovich nos arrastra, junto a miles de serbios que huyen en el siglo XVIII de la dominación turca, en su épica diáspora hacia el vecino imperio austro-húngaro. Vuk, el melancólico y obstinado guerrero, lucha sin jamás dejar de añorar su patria cercana, mientras su hermano Arcángel, el comerciante, conv ierte en oro cualquier comercio y vive obsesionado por Dafina, la bella esposa de Vuk, tras cuya trágica muerte éste empieza a soñar con la búsqueda del imperio sobrenatural de Rusia. Pero es su sobrino Pavle, el hombre de acción iluminado por una fe inquebrantable, quien, a la cabeza de su familia y de su pueblo, realizará este sueño. Pavle es el contrapunto de su primo, el gordo Yurat, y de Yorgui, el gran maestro en tráficos secretos. Estos y otros destinos dispares que se entrecruzan en este apasionante fresco novelesco están gobernados por un mismo dios cruel que juega a su antojo como todos ellos hasta abandonarles con las manos vacías. Y es que no existen tierras prometidas cuando los paraísos degeneran en tiranía.